El objeto de este proyecto es mostrar la calidez de los ciudadanos de una gran urbe como es Pekin a través de su sonrisa.
Se trata de un discurso, carente de linealidad, pero con una temática común: relatar el día a día de los trabajadores chinos, mostrando la actitud ante la vida de sus gentes en un contexto de barrio en esta y otras metrópolis limítrofes.
Se trata, entonces, de un proyecto abierto que persigue transmitir la realidad del gigante asiático que no conocemos, la de miles de trabajadores que, a pesar de sus circunstancias, le ponen una sonrisa a la vida.
Esa felicidad tan olvidada en el fotoperiodismo actual, que apoyándose en la denuncia a veces olvida mostrarnos otras realidades que, aunque vendan menos, existen.